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Directrices de la OMS sobre la actividad física y el sedentarismo

Directrices de la Organización Mundial de la Salud para 2020 sobre la actividad física y el sedentarismo*

*extraído y adaptado del artículo original: Bull FC, Al-Ansari SS, Biddle S, et al. World Health Organization 2020 guidelines on physical activity and sedentary behaviour. British Journal of Sports Medicine 2020;54:1451-1462.

Introducción

Últimamente se han publicado las nuevas directrices de la OMS para 2020 sobre la actividad física y el comportamiento sedentario.

Como terapeutas manuales y profesionales de la salud, necesitamos estar informado y formados para poder cumplir con criterios éticos y saber aconsejar estrategias de tratamiento multidisciplinar y cuando derivar a otro profesional.

La evidencia respalda la eficacia de los equipos multidisciplinarios para mejorar los resultados de los pacientes, promoviendo posteriormente un trabajo en equipo más profundo y una asociación entre el paciente y el profesional en la práctica clínica osteopática/naturopática (se puede leer el artículo: “La importancia de las palabras en el terapeuta: comunicación interpersonal e interprofesional”) .

Las directrices del 2020, actualizan las anteriores del 2010 donde un grupo de expertos revisó la evidencia más reciente y de calidad sobre la actividad física y el sedentarismo identificando diferentes grupos de población.

En 2018, la World Health Assembly (WHA), aprobó un nuevo Plan de Acción Mundial sobre la Actividad Física (GAPPA) 2018-2030 (1) y adoptó una nueva meta mundial voluntaria para reducir los niveles mundiales de inactividad física en adultos y adolescentes en un 15% para 2030. Como parte de la Resolución de la WHA (WHA71.6), los Estados Miembros pidieron que la OMS actualizara las Recomendaciones mundiales sobre actividad física para la salud de 2010 (2).

Las estimaciones mundiales más recientes muestran que uno de cada cuatro (27,5%) adultos (3)  y más de tres cuartas partes (81%) de los adolescentes (4) no cumplen las recomendaciones sobre el ejercicio aeróbico, como se indica en las Recomendaciones mundiales sobre actividad física para la salud de 2010 (2).

Los datos tampoco revelan ninguna mejora general de los niveles mundiales de participación en los dos últimos decenios y diferencias sustanciales entre los géneros (3, 4). Además, los datos nacionales muestran sistemáticamente desigualdades en la participación por edad, género, discapacidad, embarazo, condición socioeconómica y geografía (1), lo que amplifica la necesidad de intensificar la inversión en la actividad física.

Fuente: Guidelines on physical activity and sedentary behaviour (5)

Recomendaciones

Estas directrices se han elaborado para niños, adolescentes, adultos, adultos mayores y, por primera vez, incluyen recomendaciones específicas sobre la actividad física para las mujeres embarazadas y en el posparto y las personas que viven con condiciones crónicas o discapacidad (VIH/SIDA, la osteoporosis y la sarcopenia, la prevención de caídas en los adultos de edad avanzada, etc.). Además, por primera vez, estas directrices de la OMS abordan las repercusiones del sedentarismo en la salud.

El grupo de experto (GDE) no incluyó el sueño como un comportamiento dentro del ámbito de estas directrices, pero reconoció que el sueño es un resultado importante para la salud cuando se considera el impacto de la actividad física (se puede leer el artículo sobre “ Rol de la higiene del sueño y estrategias cognitivas para el manejo del estrés en la prevención del dolor”).

En el anexo, se resumen las recomendaciones finales sobre la actividad física y el comportamiento sedentario para cada grupo de población.

A nivel de resultados generales, para todas las poblaciones, es mejor hacer alguna actividad física que no hacer ninguna; realizar alguna actividad física traerá beneficios para la salud. Los individuos deben comenzar con pequeñas cantidades de actividad física y aumentar gradualmente la frecuencia, la intensidad y la duración a lo largo del tiempo. El GDE llegó a la conclusión de que los beneficios de hacer actividad física y limitar el sedentarismo superaban los posibles daños. Cualquier potencial daño puede manejarse mediante un aumento gradual de la cantidad e intensidad de la actividad física.

Por lo general, no es necesario obtener una autorización médica previa al ejercicio (6). Se puede recomendar a las personas que actualmente no realizan una actividad regular y no tienen contraindicaciones que comiencen y aumenten gradualmente los niveles y la intensidad de la actividad física sin una autorización médica. Una persona que se dedica habitualmente a una actividad de intensidad moderada puede aumentar gradualmente a una actividad de intensidad vigorosa sin necesidad de consultar a un proveedor de atención médica. Aquellos que desarrollen nuevos síntomas al aumentar sus niveles de actividad deben consultar a un proveedor de atención médica. Estas directrices están destinadas a la población general y no abordan los beneficios y daños experimentados por los atletas que realizan los tipos y cantidades de actividad necesarios para mejorar la aptitud física relacionada con el rendimiento para la participación en la competición.

En la OMS se pueden obtener más detalles, incluido un resumen narrativo más detallado de las pruebas y las tablas de perfil de las pruebas que resumen las pruebas utilizadas para todas las recomendaciones (5).

Fuente: Guidelines on physical activity and sedentary behaviour (5)

Conclusiones:

La buena comunicación entre profesionales y pacientes, la transferencia de conocimientos garantizarán el cumplimiento de diferentes líneas guías  (7). Se tienen que maximizar el “encuentro terapéutico” y los “factores contextuales” (elementos físicos, psicológicos y sociales que caracterizan el encuentro terapéutico) (8-10).

La OMS recomienda a todos los países que establezcan directrices nacionales y fijen objetivos de actividad física. A fin de ayudar a las poblaciones a alcanzar los objetivos y mantener niveles saludables de actividad física, se aconseja a todos los países que elaboren y apliquen políticas y programas nacionales y subnacionales apropiados para que las personas de todas las edades y capacidades puedan realizar actividades físicas y mejorar su salud.

Para todas las poblaciones, los beneficios de realizar actividad física y limitar el comportamiento sedentario superaron los posibles daños.

Los riesgos pueden controlarse mediante el aumento gradual de la cantidad e intensidad de la actividad física.

Cierta actividad física es mejor que ninguna; para quienes no cumplen actualmente con estas recomendaciones, las personas deben comenzar con pequeñas cantidades de actividad física y aumentar gradualmente la frecuencia, la intensidad y la duración a lo largo del tiempo.

Siguen existiendo importantes lagunas en las pruebas y se necesitan más investigaciones sobre la relación dosis-respuesta entre el volumen y/o la intensidad de la actividad física y los resultados en materia de salud, en particular en las personas con discapacidad.

Bibliografia:

  1. WHO. Global action plan on physical activity 2018-2030: more  active people for a healthier world. Geneva: World Health Organization; 2018.
  2. WHO. Global recommendations on physical activity for health. In: Organization WH, editor. Geneva2010.
  3. Guthold R, Stevens GA, Riley LM, Bull FC. Worldwide trends in insufficient physical activity from 2001 to 2016: a pooled analysis of 358 population-based surveys with 1·9 million participants. The Lancet Global Health. 2018;6(10):E1077-E86.
  4. Guthold R, Stevens GA, Riley LM, Bull FC. Global trends in insufficient physical activity among adolescents: a pooled analysis of 298 population-based surveys with 1·6 million participants. The Lancet Child & Adolescent Health. 2020;4(1):23-35.
  5. WHO. Guidelines on physical activity and sedentary behaviour. In: Organization WH, editor. Geneva2020.
  6. Bull FC, Al-Ansari SS, Biddle S, Borodulin K, Buman MP, Cardon G, et al. World Health Organization 2020 guidelines on physical activity and sedentary behaviour. 2020.
  7. Habboush Y, Stoner A, Torres C, Beidas S. Implementing a clinical-educator curriculum to enrich internal medicine residents’ teaching capacity. BMC Med Educ. 2019;19(1):459.
  8. Darlow B, Dowell A, Baxter GD, Mathieson F, Perry M, Dean S. The Enduring Impact of What Clinicians Say to People With Low Back Pain. Ann Fam Med. 112013. p. 527-34.
  9. Sloan TJ, Walsh DA. Explanatory and Diagnostic Labels and Perceived Prognosis in Chronic Low Back Pain. Spine. 2010;35(21).
  10. Barker K, Reid M, Minns Lowe CJ. Divided by a Lack of Common Language? A Qualitative Study Exploring the Use of Language by Health Professionals Treating Back Pain. BMC musculoskeletal disorders. 2009;10.

Anexo: Resumen de las Directrices de la OMS sobre actividad física y comportamiento sedentario.

Estas pautas de salud pública son para todas las poblaciones en todos los grupos de edad a partir de los 5 años de edad, independientemente del género, el origen cultural o el nivel socioeconómico y son relevantes para personas de todas las capacidades. Las personas con afecciones médicas crónicas y / o discapacidad y las mujeres embarazadas y en posparto deben tratar de cumplir con estas recomendaciones siempre que sea posible y posible.

Niños y adolescentes (de 5 a 17 años), incluidos los que viven con discapacidad

En niños y adolescentes, la actividad física confiere beneficios para los siguientes resultados de salud: aptitud física (aptitud cardiorrespiratoria y muscular), salud cardiometabólica (presión arterial, dislipidemia, resistencia a la glucosa e insulina) , salud ósea, resultados cognitivos (rendimiento académico, función ejecutiva) y salud mental (reducción de los síntomas de depresión) y reducción de la adiposidad.

Fuente: Guidelines on physical activity and sedentary behaviour (5)

Se recomienda que:

  • Los niños y adolescentes deben hacer al menos un promedio de 60 min / día de actividad física de intensidad moderada a vigorosa, principalmente aeróbica, durante la semana;
  • Las actividades aeróbicas de intensidad vigorosa, así como aquellas que fortalecen los músculos y los huesos deben incorporarse al menos 3 días a la semana.

Fuerte recomendación

En los niños y adolescentes, un mayor grado de sedentarismo se asocia con efectos perjudiciales en los siguientes resultados de salud: aptitud física y salud cardiometabólica, adiposidad, conducta conductual/comportamiento prosocial y duración del sueño.

Se recomienda que:

  • Los niños y los adolescentes deben limitar el tiempo que pasan en el sedentarismo, en particular el tiempo de pantalla en las actividades recreativas.

Adultos (de 18 a 64 años) incluidos los que padecen enfermedades crónicas y los que viven con discapacidad.

En los adultos, la actividad física confiere beneficios para los siguientes resultados de salud: mortalidad por todas las causas, mortalidad por enfermedades cardiovasculares, hipertensión incidente, diabetes tipo 2 incidente, lugar del incidente cánceres específicos, salud mental (síntomas reducidos de ansiedad y depresión), salud cognitiva y sueño; también pueden mejorar las medidas de adiposidad.

Fuente: Guidelines on physical activity and sedentary behaviour (5)

Se recomienda que:

  • Todos los adultos deben realizar actividad física con regularidad;
  • Los adultos deben realizar al menos 150-300 min de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o al menos 75-150 min de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa, o una combinación equivalente de actividad de intensidad moderada e intensidad vigorosa durante la semana para beneficios de la salud;
  • Los adultos también deben realizar actividades de fortalecimiento muscular a una intensidad moderada o mayor que involucren a todos los grupos musculares principales 2 o más días a la semana, ya que brindan beneficios adicionales para la salud.

Fuerte recomendación

  • Los adultos pueden aumentar la actividad física aeróbica de intensidad moderada a> 300 min, o realizar> 150 min de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa, o una combinación equivalente de actividad de intensidad moderada y vigorosa durante la semana para obtener beneficios adicionales para la salud (cuando no contraindicado para personas con enfermedades crónicas).

Recomendación condicional

En los adultos, un mayor grado de sedentarismo se asocia con efectos perjudiciales en los siguientes resultados sanitarios: mortalidad por todas las causas, mortalidad por enfermedades cardiovasculares y mortalidad por cáncer e incidencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 y cáncer.

Se recomienda que:

  • Los adultos deben limitar el tiempo de sedentarismo. La sustitución del tiempo de sedentarismo por una actividad física de cualquier intensidad (incluida la intensidad de la luz) proporciona beneficios para la salud;
  • Para ayudar a reducir los efectos perjudiciales de los altos niveles de comportamiento sedentario en la salud, los adultos deben tratar de hacer más que los niveles recomendados de actividad física de moderada a vigorosa.

Fuerte recomendación

En caso de sedentarismo, se aplica las mismas indicaciones que para los adultos (18-64 años).

Adultos mayores (de 65 años o más), incluidos los que padecen enfermedades crónicas y los que viven con discapacidades

En los adultos mayores, la actividad física también ayuda a prevenir caídas y lesiones relacionadas con caídas y el deterioro de la salud ósea y la capacidad funcional.

Fuente: Guidelines on physical activity and sedentary behaviour (5)

Se recomienda que:

Como para los adultos, y además

  • Como parte de su actividad física semanal, los adultos mayores deben realizar una actividad física multicomponente variada que enfatice el equilibrio funcional y el entrenamiento de fuerza a intensidad moderada o mayor durante 3 o más días a la semana, para mejorar la capacidad funcional y prevenir caídas.

Mujeres embarazadas y posparto

En las mujeres, la actividad física durante el embarazo y el período posparto confiere beneficios para los siguientes resultados de salud materna y fetal: riesgo reducido de preeclampsia, hipertensión gestacional, diabetes gestacional, aumento de peso gestacional excesivo, complicaciones del parto y depresión posparto y sin aumento del riesgo de muerte fetal, complicaciones del recién nacido o efectos adversos sobre el peso al nacer.

Fuente: Guidelines on physical activity and sedentary behaviour (5)

Se recomienda que todas las mujeres embarazadas y posparto sin contraindicaciones deben:

  • realizar actividad física regular durante el embarazo y el posparto;
  • realizar al menos 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada durante la semana para obtener importantes beneficios para la salud;
  • incorpore una variedad de actividades aeróbicas y de fortalecimiento muscular. También puede ser beneficioso agregar un estiramiento suave.

Adicionalmente:

Las mujeres que, antes del embarazo, realizaban habitualmente actividad aeróbica de intensidad vigorosa o que eran físicamente activas pueden continuar con estas actividades durante el embarazo y el período posparto.

Fuerte recomendación

Las mujeres embarazadas y las que están en el postparto deben limitar la cantidad de tiempo que pasan en el sedentarismo. La sustitución del tiempo sedentario por una actividad física de cualquier intensidad (incluida la intensidad de la luz) proporciona beneficios para la salud.

Notas explicativas y prácticas adicionales:

Es importante ofrecer a todos los niños y adolescentes oportunidades seguras y equitativas y alentarlos a participar en actividades físicas que sean apropiadas para su edad y capacidad, que sean agradables y que ofrezcan variedad.

Los adultos mayores deben realizar la actividad física que les permita su capacidad funcional y ajustar su nivel de esfuerzo para la actividad física en relación con su nivel de aptitud física.

Cuando no puedan cumplir con las recomendaciones, los adultos con enfermedades crónicas deben tratar de realizar una actividad física acorde con sus capacidades. Los adultos con afecciones crónicas tal vez deseen consultar a un especialista en actividad física o a un profesional de la salud para que les aconseje sobre los tipos y cantidades de actividad apropiados para sus necesidades, capacidades, limitaciones/complicaciones funcionales, medicamentos y plan de tratamiento general.

Las mujeres embarazadas y en el posparto se debe comenzar con pequeñas cantidades de actividad física y aumentar gradualmente la frecuencia, la intensidad y la duración a lo largo del tiempo. El entrenamiento de los músculos del suelo pélvico puede realizarse diariamente para reducir el riesgo de incontinencia urinaria.

Otras consideraciones de seguridad al realizar actividad física para mujeres embarazadas son:

  • Evitar la actividad física durante el calor excesivo, especialmente con alta humedad.
  • Mantenerse hidratada bebiendo agua antes, durante y después de la actividad física.
  • Evitar la participación en actividades que impliquen contacto físico, supongan un alto riesgo de caídas o puedan limitar la oxigenación (como las actividades a gran altitud, cuando no se vive normalmente en altitud).
  • Evitar las actividades en posición supina después del primer trimestre de embarazo.

Las mujeres embarazadas deben ser informadas por su profesional sanitario de las señales de peligro sobre cuándo detener o limitar la actividad física y consultar inmediatamente a un profesional sanitario calificado si se producen.

Retomar la actividad física gradualmente después del parto y en consulta con un profesional sanitario en caso de parto por cesárea.

No existen riesgos importantes para las personas que viven con discapacidad al realizar actividad física cuando ésta es apropiada para el nivel de actividad, el estado de salud y la función física actuales de la persona y los beneficios acumulados para la salud superan los riesgos. Es posible que las personas que viven con discapacidad necesiten consultar a un profesional de la salud o a otro especialista en actividad física y discapacidad para ayudarles a determinar el tipo y la cantidad de actividad que les conviene.

Prof. Dr. Antonio Ciardo, DO, MSc, MBA

Clínica Thuban

Escuela Superior de Osteopatía