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Prepara tu organismo para el otoño: cuida a tu hígado.

Para que podamos comprender la importancia de preparar nuestro organismo para el otoño vamos a emplear un símil sorprendentemente fácil para que veamos cómo funciona nuestro organismo: los árboles. Los árboles empiezan a dejar caer sus hojas con la llegada del otoño para permanecer fuertes, soportar el inverno y luego resurgir con más fuerza la siguiente primavera. Pues, aunque nos parezca mentira nosotros deberíamos de hacer lo mismo, depurarnos para poder enfrentar el invierno con más fuerza. Un organismo sucio tiene más dificultades para luchar contra patógenos que uno que está depurado.

vía: psicologíayautoayuda

Aunque no seamos conscientes de ello, nuestro cuerpo ya hace pequeños mecanismos de renovación y depuración acorde con los ciclos de la naturaleza, con la llegada del otoño se nos empieza a caer el pelo, como a los árboles las hojas. Este, es un procedimiento de lo más normal, aunque no lo sintamos de forma consciente, somos parte de la naturaleza y sus ciclos y nuestro cuerpo actúa en sincronicidad. Por ello, aunque existen muchas formas de depurarse, vamos a escoger una de las más poderosas, la depuración hepática.

EL HÍGADO

El hígado es ese órgano que tiene súper poderes, se enfrenta a todo, nos salva de grandes cosas, tiene muchísimas funciones y nos mantiene con vida, aunque le maltratemos, no le demos importancia y nunca mimemos. Siempre nos saca de apuros y tiene una capacidad de sobreponerse increíble pero muchas veces da signos de estar fatigado como el cansancio, el malestar difuso, la falta de apetito o los picores. El hígado se puede sobrecargar y no causar síntomas alarmantes, tampoco tienen por qué alterarse los valores en las analíticas sanguíneas.

FUNCIONES

Se encuentra en la parte superior derecha, justo debajo del diafragma. Es un órgano vital que tiene más de 500 funciones, pero para que empecemos a entender su importancia y a mimarle un poquito nos basta con enumerar las más importantes:

  • Producción de bilis: es necesaria para la digestión de los alimentos y contiene sales biliares, que son las encargadas de que la absorción de las grasas de los alimentos sea posible.
  • Es el encargado de realizar el metabolismo de los carbohidratos: mediante la fragmentación, síntesis o almacenamiento de glucosa a partir de distintos metabolitos para su regulación en sangre.
  • Metabolismo de los lípidos: produciendo la síntesis de colesterol (imprescindible para mantener la consistencia de las membranas celulares) entre otras funciones.
  • Su función en el metabolismo de proteínas es vital: sintetiza albúmina, lipoproteínas (HDL. LDL. VLDL), transferrina (transporta el hierro), factores de coagulación sanguínea, aminoácidos no esenciales y hormonas y enzimas imprescindibles para diversos procesos metabólicos.
  • Tiene una importante función inmunológica, tan importante en los tiempos que corren:
  • Existen un tipo de células, llamadas células de Kupffer, son un tipo de macrófagos que se encargan de fagocitar (se los comen) a bacterias, virus o macromoléculas que son extrañas para el organismo.
  • También produce la mayor parte de las proteínas que forman parte del sistema del complemento (un componente fundamental para la respuesta inmunitaria en un ambiente hostil).
  • Produce lo que se conoce como proteína C reactiva, que tiene un papel fundamental en el sistema inmune cuando se producen procesos inflamatorios.
  • Desintoxica la sangre: metaboliza esas sustancias que ingerimos y que durante su proceso metabólico producen tóxicos. Los metaboliza para que sean sustancias inocuas y puedan ser eliminadas como el alcohol, numerosas toxinas, la mayor parte de los fármacos (como el paracetamol), el amonio (metabolito de las proteínas), hormonas, bilirrubina (de la degradación de la hemoglobina), pesticidas, xenobióticos, conservantes, etc.

Vía: fundanatura.com

  • Almacenaje de sustancias: como el glucógeno, vitaminas y minerales imprescindibles para los procesos metabólicos imprescindibles para el mantenimiento de la vida.

DEPURACIÓN

Ahora que hemos visto sus funciones, podemos entender la vital importancia del hígado para el mantenimiento de nuestra salud. Por ello, vamos a ver en qué consiste la depuración hepática y así proteger, ayudar y mimar a nuestro hígado para cumplir con los ciclos de la naturaleza y prepararnos para el invierno.

Hay distintas formas de depurar el hígado, pero vamos a plantear una manera sencilla y efectiva para realizarla. Es importante que entendamos que no sólo las plantas hepáticas nos pueden realizar una buena depuración, el hígado necesita de más componentes para poder detoxificarse y para que una depuración hepática se realice con éxito debemos cumplir con tres puntos:

  • Alimentación.
  • Ejercicio.
  • Fitoterapia específica.

Alimentación

En la detoxificación, el hígado pasa por dos fases y para hacer todas las reacciones que tiene que hacer necesita de un buen aporte de vitaminas y minerales, sin ellos, no sería posible. Por ello, la alimentación tiene un papel tan importante.

Vía: bestherbalhealth.com

Debemos de realizar lo que se conoce como dieta hipotóxica, que consiste ni más ni menos que ingerir alimentos lo más libre de tóxicos posible y que generen pocos residuos metabólicos tóxicos en el proceso de metabolización. Es decir, llevar un dieta sana y equilibrada con:

  • Abundantes verduras de todo tipo y colores (para tomar los distintos tipos de vitaminas y minerales y a poder ser ecológicas) en las principales comidas del día.
  • Frutas: preferiblemente fuera de las comidas y que tengan un bajo índice glucémico como la manzana, la pera, las fresas, los albaricoques.
  • Cereales completos e integrales: como la quinoa, el mijo o el arroz integral.
  • Legumbres: preferiblemente pequeñas como la lenteja, el garbanzo o las azukis.
  • Proteínas de calidad: el huevo es la proteína estrella porque tiene todos los aminoácidos esenciales. Priorizar el consumo de carne magra y pescado los más libre de metales pesados posible pero que nunca sea más de 3 veces a la semana.
  • Frutos secos y semillas: naturales o tostados, pero nunca salados o fritos.
  • Aceites de primera presión en frío: oliva, lino, aguacate, sésamo, etc.
  • Algas.
  • Agua e infusiones en su justa medida, ni más ni menos.

Como veis, es muy fácil poder cumplir con una buena alimentación si nos planificamos bien. Es también de vital importancia tener en cuenta la manera de cocinar los alimentos, lo ideal es al vapor, hervidos, crudos, a la plancha o al horno.

Queda prohibidísimo el consumo de alcohol, tabaco, café y excitantes en general. Tampoco los fritos, los ultraprocesados y los precocinados.

Pero para asegurarte el consumo de vitaminas y minerales necesario para los procesos hepáticos, es recomendable ingerir cuando empiece el otoño un complejo de multinutrientes (no un multivitamínico) que contenga todas las vitaminas y minerales necesarios para el buen funcionamiento orgánico. Sin esto, la detoxificación hepática sería incompleta.

Ejercicio

Es imprescindible para el buen funcionamiento del metabolismo que se haga uso de él. Es decir, que aparte de todos esos procesos de los que ni siquiera somos conscientes que se llaman metabolismo basal (todas esas reacciones bioquímicas que necesitan energía y hacen que la célula viva), debemos hacer uso de nuestros componentes, del azúcar, de las grasas y de las proteínas. Debemos hacer ejercicio para que las cascadas que activan los procesos de quema de grasas (imprescindible para la detoxificación hepática), utilización de la glucosa, tonificación venosa, etc se pongan en marcha. Con el metabolismo basal no es suficiente, si estamos sanos y podemos movernos: ¡MUÉVETE!

vía: muyinteresante

Tenemos que comprender que el ejercicio no es algo que debamos utilizar para estar delgados o seguir la última tendencia social o para hacer la operación bikini o utilizarlo sólo después de comilonas para perder grasa. El ejercicio es algo que debemos utilizar para estar sanos. Es imprescindible para la buena oxigenación del organismo, para la secreción de hormonas relacionadas con un equilibrio anímico, para la memoria, para nuestro cerebro, para mantenernos vivos.

Es un ingrediente imprescindible para mantener una buena calidad de vida.

El ejercicio debe de estar adecuado a nuestras condiciones físicas y nuestras necesidades. Andar, correr, bailar, salir en bici, escalar, jugar al fútbol, al baloncesto o a lo que nosotros queramos. Cualquier cosa que nos mueva es buena.

Fitoterapia (plantas medicinales)

Ahora vamos a por el último ingrediente para mimar nuestro hígado. En naturopatía disponemos de muchas plantas con propiedades hepatoprotectoras, depurativas hepáticas, coleréticas (sustancia que activa la producción de bilis por parte de las células hepáticas) y colagogas (sustancias que facilitan la expulsión de la bilis). Vamos a citar algunas:

  • Cardo mariano (Silybum Marianum):

Gracias a un principio activo llamado silimarina, que tiene muchísimos estudios con sorprendentes y efectivas acciones farmacológicas científicamente probadas. El cardo mariano es un gran hepatoprotector (capacidad estimulante drenante del hepatocito) es capaz de regenerar el hígado. También es antirradicalar, es decir, reduce el efecto de los radicales libres en el organismo y diurético.

vía: guía nutrición

  • Alcachofera (Cynara scolymus):

Gracias a sus principios amargos y la cinarina, entre otros muchos, la alcachofera es: colerética, hepatoestimulante y hepatoprotectora, diurética, antirradicalar e hipocolesterolemiante (baja los niveles de colesterol en sangre). Multitud de estudios científicos avalan la acción farmacológica de la alcachofera por sus efectos antihiperglucemiantes que se producen en la diabetes mellitus y como tratamiento coadyuvante en pacientes con hipertensión arterial potenciando la acción de los tratamientos convencionales aumentando así su eficacia.

  • Boldo (Peumus boldus):

Actúa como antinflamatorio, antioxidante, estimulante digestivo y tónico hepático, se utiliza como depurador del hígado. Un estudio evaluó la capacidad de regenerar el hígado del boldo en un periodo de 24 horas, administrando boldo a ratas que habían sufrido una hepatectomía parcial (extracción de una parte del hígado). El estudio concluyó que las ratas que habían sido tratadas con boldo mostraban diferencias significativas positivas respecto a la regeneración hepática en sólo 24 horas manteniendo la función hepática.

  • Desmodium (Desmodium adscendens):

Es antiviral y detoxificante de metales pesados. Regula las transaminasas y regenera el tejido hepático.

  • Diente de león (Taraxacum officinalis):

Es un gran estimulante de las secreciones hepatobiliares y digestivas, diurético (también estimula la acción del riñón) e hipoglucemiante (baja los niveles de azúcar en sangre). Tenemos un estudio que nos revela que la acción sinérgica entre el diente de león y el muérdago tienen la capacidad de provocar apoptosis (muerte celular) e inhibir la capacidad de migración de las células cancerosas en oncología pediátrica siendo una buena opción como tratamiento coadyuvante.

  • Rábano negro (Raphanus raphanistrum):

Es un gran hepatoprotector y estimula en el organismo el drenaje óptimo y más rápido de las toxinas que se almacenan en el cuerpo. También ayuda a eliminar los cálculos biliares.

Estas son algunas de las plantas con indicaciones para proteger, drenar o regenerar el hígado. Pero ¿Cómo tomarlas? Tenemos varias opciones:

  • Tomar una mezcla de algunas de estas plantas medicinales en infusión. Podemos verter una cucharadita de algunas de estas plantas en una jarra, luego añadimos agua hirviendo y lo dejamos reposar unos 6-10 minutos, lo calamos y tenemos una infusión que podemos ir disfrutando durante todo el día a pequeños sorbos como si de una bebida convencional se tratase.

Vía: cuerpomente

  • Otra forma de disfrutar de todas las propiedades de las plantas es tomarlas en extracto fluido o seco. Tenemos la inmensa suerte de que muchos laboratorios nos ofrecen preparados en los que combinan muchas de estas plantas y podemos tomar las dosis recomendadas de cada laboratorio y conseguir todos sus beneficios.

Podríamos hablar durante mucho más tiempo sobre todas las herramientas que pueden ayudarnos con nuestro hígado, por ejemplo, la osteopatía visceral y la medicina tradicional china tienen también mucho que decir sobre nuestro hígado y sus herramientas para nutrirlo y mimarlo. Ahora te animo a que pruebes este año a prepararte este otoño con la depuración hepática y compares con otros años para que observes cómo te sientes y las mejoras que has experimentado. Es muy aconsejable que te pongas en manos de un naturópata para que te aconseje y te direccione las pautas a seguir de forma individualizada.

Contraindicaciones: algunas de las plantas medicinales tienen interacciones con algunos tipos de medicación (por ejemplo, anticoagulantes o antihipertensivos) por lo que antes de iniciar la toma de alguna de ellas, consulte a un naturópata y a su médico. Las propiedades de las plantas medicinales anteriormente expuestas no le eximen de tomar la medicación pautada por su médico. Las embarazadas o mujeres en periodo de lactancia no pueden hacer depuraciones hepáticas de este tipo. Aunque la fitoterapia es muy efectiva para tratar enfermedades hepáticas, si tiene litiasis biliar o alguna enfermedad hepática grave consulte a una naturópata o a su médico antes de iniciar cualquier depuración.


Información elaborada por Elena Cerro, colaboradora de la Escuela Superior de Naturopatía del Grupo Thuban.